El día en que virgo murió

Todos tenemos un signo zodiacal acorde a nuestra fecha de nacimiento. Define cómo somos y cómo nos comportamos, o qué sucederá en nuestras vidas. Bien. Lo aceptamos, nos identificamos e incluso hacemos bromas al respecto. No es la gran cosa.

Esta semana, todas las mañanas, cuando reviso Facebook, hay por lo menos TRES personas que publican algo relacionado al horóscopo. No me malentiendan, no me molesta para nada -y antes que piensen que esto es una crítica a esas personas en específico, no lo hagan, porque no lo es-, pero me preocupa bastante.

¿POR QUÉ? 

Primero, yo nací el mes de Septiembre, por lo tanto soy Virgo. Hasta ahí todo bien, pero cuando leí lo que se refería a mi signo, quedé defraudada: Virgo es el signo de los maniáticos, de los perfeccionistas, de los control-freak, de los que sienten con la cabeza, y un largo etcétera.

Quizás en otro momento de mi existencia lo hubiese aceptado sin darle otra vuelta, pero, oigan, yo he sido todas esas cosas y créanme que no es ninguna gracia. ¿Qué pasa, entonces, si no quiero ser más de esa forma? ¿Estoy condenada a ser así el resto de mi vida porque mi zodiaco lo dice? HELL NO. 

¿Qué sucede si no quiero ser maniática, y en cambio quiero vivir el día a día? ¿Qué pasa si no quiero planear las cosas mil veces y sólo ir con la corriente? ¿Virgo me lo va a impedir? Pues, virgo, cariño, andate a la cresta; y aunque la madre naturaleza venga a tirarme de los vellos púbicos, no quiero caer en eso.

No tiene nada que ver con desconocer que todos formamos parte del mismo universo, no es caer en anarquía espiritual; pero por la misma razón, es reconocer mi propia individualidad y autonomía en este mundo. La misma que todos poseemos y tenemos total derecho a ejercer.

Ahora, ¿por qué me preocupa esta repentina obsesión con el horóscopo?

Porque a mi modo de verlo, es que usamos el horóscopo para justificar nuestras conductas y maneras. Para justicar nuestra existencia, nuestra personalidad, para justificarnos a nosotros. 

¿Eres orgulloso y te cuesta pedir perdón? No te preocupes, está bien, porque Escorpio es así. 
¿Eres maniático y no puedes dejar de pisotear a la gente con tu ego? No hay problema, típico de Virgo. 
¿Te cuesta dejar ir el pasado y sufres demasiado? Pfff, nada que temer; así es Cáncer. 

Y la lista sigue y sigue.

¿Por qué justificar quiénes somos, o quienes creemos ser, en la astrología? ¿Por qué no simplemente aceptar quienes somos y ahí se acabó el asunto? 

No soy dictadora porque sea virgo; soy dictadora porque me gusta que las cosas salgan bien. Punto. Si quiero ser quien soy, lo seré, aunque no lo digan en el Horóscopo negro.

Quienes crean y se identifiquen con su horóscopo, está muy bien, y me alegro por ustedes; sólo estoy haciendo la siguiente pregunta: ¿es sano justificar tus mañas y malos hábitos porque el horóscopo lo dice? ¿No puedes cambiar lo que no te gusta en ti, sólo porque tu signo de lo ordena? ¿es necesario justificar algo de tu persona? 

Por mi parte, no quiero nada más de Virgo. Quiero más de mí, de mi auténtico yo, y no del que debiese ser según lo diga la última página de La Tercera.

Y citando a Tyler Durden, el magnífico personaje de Chuck Palahniuk: 



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Gracias por todo el aguante, por compartir y por sus bonitos comentarios <3 llenan mi corazón de felicidarks. 

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