Placeres simples

Anoche estaba viendo por décima vez Amélie, del director Jean-Pierre Jeunet, la magníficagloriosaespectacular música de Yann Tiersen y la más magnífica aún Audrey Tautou.

(Si son unos conchetumothers a los que les gusta ver películas raras, como a mí, la recomiendo todos los días de la vida. Es adorable.). 

Me desvié del tema. Fangirling so hard. 

Bueno, hay una escena de la película en la que el narrador lista un par de cosas que a Amélie, la protagonista, le gustan. Placeres simples. Sumado a eso, uno de mis escritores favoritos de todoelmundo, Ray Bradbury (Farenheit 451, Crónicas marcianas), aconseja a escritores principiantes: anota diez cosas que ames y diez cosas que odies. 

Por eso hoy voy a hablar sobre mis 10 placeres simples.

1. El primero que pensé, fue, obvio, meter la mano en un saco de grano. Estaba ahí mismo. 

Cuando iba a la feria con mi mamá, hace años atrás, metía la mano en cuanto saco de lenteja se me cruzara. Abajo siempre están más frías; pero no lo intenten con la comida de perro, porque definitivamente no es lo mismo. 

2. Andar a pie pelado. Amo andar descalza, donde sea y cuando sea. Incluso me he sacado los zapatos en clases, o en una banca cuando espero a alguien, o en pleno carrete. Me gustan los zapatos, pero no me gusta tenerlos puestos todo el tiempo. De hecho, cuando estoy en mucha confianza, me siento a lo indio y a pie pelado, y eso es lo más parecido al paraíso que conozco. 

3. Besitos de perro, porque me encantan los perros, y adoro hacerles cariñito. No existen los perros feos; y encuentro mucha felicidad en hacerles cariño, que te pongan cara de felicidad y te den besitos en la cara. A muchos les da asco, pero a mí me encanta. 

4. Que me inventen sobrenombres. Mi nombre se presta para muchos cambios, y mi mejor amiga, junto a otros dos amigos, siempre está buscando mezclas raras para mi nombre. He aquí mis favoritas: Ratalina, Guarelina, Cattulina (que derivó en Carttulina después), Gatta, Cattulín y el mejor de todos, por supuesto: Cattagüina. 

5. Poner las manos y los pies en la parte fría de las sábanas, o dormir con los pies por fuera del cobertor. Este es bastante común, pero me encanta; y ahora que no le tengo miedo al demonio que te tira los pies en la noche, puedo hacerlo tranquila y dormir feliz. 

6. Bailar bien, bailar mal, pero ponerle sentimiento. Mover el cuerpo y pasarse las MEDIAS PELÍCULAS con la música siempre es un agrado, y como yo soy teatrera y pasá a películas, es uno de mis hobbys. También me gusta cantar fuerte, y créanme que lo hago seguido. 

7. Escribir a mano. Personalmente escribo mucho por el computador, pero admito que generalmente prefiero escribir a mano y luego mirar mi letra. No es preciosa, pero hay un encanto en saber que esa caligrafía monstruosa salió de ti, literalmente. Además me gusta el olor a tinta, el sonido del lápiz contra el papel y cómo se mueve la mano cuando uno escribe. Por cosas así tengo tendinitis, cacharon?

8. Estar con mi familia. Definitivamente la hora de la once, cuando estoy con mi papá y mi mamá en la mesa, es mi hora favorita del día, porque mi papá habla muchas estupideces enserioperonitanto. También me gustan los asados donde estamos todos y nos quedamos conversando cosas de la vida hasta bien entrada la madrugada. 

9. Tomar fotos detalladas de la gente que amo. Creo que así pueden ver lo maravillosos que son ante mis ojos, porque en los detalles se esconde la belleza; y sí, me incluyo a mí misma en esta categoría. 

10. Hablar. Hablo mucho, de muchas cosas y todo el día; incluso cuando no estoy hablando con alguien. Hablo sola cuando tengo con quien hablar, la cosa es simplemente decir algo. Lo que sea. También me gusta hacer reír y que me hagan reír. El sentido del humor y la risa son dos must be en mi vida.

Mención honrosa al olor a pasto recién cortado, a tierra mojada, a pan recién horneado, a las duchas con agua caliente, al olor a libro viejo, al cine, a las series buenas, a las canciones en francés, al contacto físico y a las papas fritas.

Esos son mis 10 placeres mundanos. Ojalá esto los haga reflexionar sobre los suyos, y empecemos todos a valorar las pequeñeces del día a día porque estar vivo es bakán si se sabe por donde buscar. 

Y VEAN AMÉLIE PORQUE ES UN ENCANTO DE PELÍCULA.

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