La tierra de los no muertos

Hay una tierra,
Entre las estrellas y el horizonte,
Olvidada por los dioses,
Prometida por nadie,
Donde la gente muere por docenas,
Siempre al final del día.

Hay un lugar,
Entre aquí y allá,
Donde los hombres vienen a buscar redención,
Donde las mujeres buscan una nueva vida,
Donde los niños famélicos no mueren de hambre.

"El ser humano es una bestia salvaje y terrible",
Dicen aquellos más sabios que yo,
Y en esta tierra de nadie,
Las montañas se cubren de techos maltrechos,
Y la esperanza es la última en morir,
Siempre al final del día.

Con la tragedia tatuada en los rostros embarrados,
Sonrisas sin dientes y nucas sin pelo,
Se alzan una y otra vez,
Los que viven en la tierra,
En el lugar de los que no mueren.

Aquí danzan las niñas a pies descalzos,
Aquí yacen los cadáveres de los ancianos,
Muy cansados para ver otro amanecer.
Aquí yacen las cadenas que nos ataron en vida,
Aquí yacen los últimos trozos del ayer.

Aquí en la tierra de los que no mueren,
En el mismo lugar donde los vi perecer,
En la tierra de los nadie,
En el paraje del olvido y la fe,
Aquí en el páramo de los sin salida,
Los vi morir una y otra vez,
Rectos, erguidos, magullados,
Aferrados como animales a la vida,
Aquí vienen a morir todos ellos,
Siempre al final del día.